viernes, 22 de diciembre de 2006

Capítulo 3: Historia de un examen.

22 de diciembre. Son las diez menos cuarto de la mañana, al comprobar la hora me doy cuenta de que voy a llegar tarde a la autoescuela. Me visto a toda prisa, recojo mis cosas y bajo las escaleras dispuesto a prepararme el desayuno. Antes de meter la leche en el microondas, el tono y la repetitividad del canto de uno de los niños de San Ildefonso anunciaba que había salido el primer premio.
Mientras la leche seguía calentándose y fui al baño a lavarme un poco la cara. Los niños seguían cantando números y premios hasta que otra vez el canto insistente anunció un número perteneciente al cuarto premio. (levantarme y ver dos premios de lotería, la suerte debía estar conmigo).
Salí de casa y empecé a preocuparme por la hora que era... no creía en llegar a tiempo a menos que... y fue entonces cuando el autobús apareció, (sin duda el medio de transporte más rápido para llegar a la autoescuela) respiré aliviado al saber que el tiempo tampoco iba a ser un problema (la suerte me seguía sonriendo).
Tras llegar a la autoescuela justo a tiempo me dicen que tengo que llevar el coche a Móstoles, por mí no había ningún problema, además así ya iba calentando para la gran mat... examen. El único hecho destacable de la ruta fue que no provoqué ningún accidente mortal :(
Tras las paradas de rigor en el baño y la cafetería volvimos al lugar donde dejamos el coche a esperar el examinador. Tras el desfile de examinadores que transcurría ante nuestros ojos, especulábamos sobre quién sería el nuestro y rezábamos para que no nos tocara ninguno de los cabrones. Tras un rato largo llegó nuestro examinador, nadie parecía conocerle así que nos esperábamos cualquier. Hicimos el papeleo de rigor y me puse en marcha, la salida del centro de exámenes fue sencilla y sin problemas. El examinador me ordenó ir a la autopista y después de hacer un corto recorrido tomé la primera salida hacia la ciudad.
Conduje un rato y entonces me encontré con mi primer problema, un conductor demasiado confiado en poder aparcar su gran vehículo en un hueco no demasiado amplio. Sabía bien que no podía pasar si le molestaba, pero al ver que finalmente estaba en una posición adecuada y que los conductores que venían detrás de mi empezaban a expresar su malestar hizo que pasara... sin dejar distancia lateral suficiente... chúpome esa. Continué con el examen y llegué a una calle con un tráfico rápido y un ceda el paso que cumplir. Decidí esperar hasta ver las cosas claras, pero el examinador interpretó que hacía un STOP. Sinceramente, si hubiera hecho un STOP hubiera preferido avanzar y parar el coche un par de veces más. El siguiente fallo que recuerdo vino con un STOP (ahora sí). Cumplirlo lo cunplí perfectamente, el problema fue que al salir de allí lo hice con la segunda puesta. Con otro coche eso hubiera supuesto calarlo y sería otra falta más. Para terminar mi examen me tocó aparcar en curva y bordillo ahí es nada. Coloqué el vehículo como habia hecho una y mil veces antes y efectué la maniobra, entonces al finalizar noté que tocaba con algo y pensé una de dos o estoy subiendo el bordillo del aparcamiento o he tocado el de la acera, volví a dar marcha atrás con sumo cuidado para asegurarme y al asegurarme de que era el bordillo de la acera automáticamente metí primera y terminé de aparcar el coche.
Otro fallo que no recuerdo donde lo cometí (fue en autopista seguro) fue reducir de cuarta a segunda (a muy bajas revoluciones eso sí). La compañera que venía conmigo hizo un examen correcto hasta que le tocó aparcar y se subió al bordillo con el suspenso automático que ello conlleva. A partir de ahí no dio pie con bola. Regresamos al centro de exámenes y bajamos del coche como solíamos hacer siempre. Mientras el profesor y el examinador hablaban yo le decía a mi compañera qe no estaba seguro de aprobar (clásica táctica al esperar la nota de un examen consistente en esperar un suspenso aún a pesar de haberlo hecho bien y luego encontrarte con el aprobado que merecías)
Cuando volvimos a entrar al coche el profesor nos anunció el resultado de nuestro examen. Mi compañera suspendió como era lógico y yo... bueno realmente iba muy muy muy justo y al final APROBÉ!!!
Así que peatones del mundo andaros con más cuidado que nunca porque ahora ando suelto y con mi derecho legítimo a atropellaros reconocido XDDD. Y para muestra:



Próximamente posts sobre le fiestón de nochevieja y sobre gente especial (ahora en el buen sentido, ya me quedé demasiado a gusto con mi hermano antes XD)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y yo digo: cuando cojones entraras a la facutlad con el coche y destrozaras a los de atc? Seguro qeu por eso se te da un porron de putnos por salvar a la humanidad :P. La verdad es que me alegor que lo consigueiras, conlo nerviosos que em ibas y con als ganas de matar :P. muchas toneladas de pocholate y un ebsote ^_^. Xa-LFDM