martes, 12 de mayo de 2009

Capítulo 46: Mis ídolos de la infancia (I)

Los principios de los 90 eran una gran época para ser un criajo. No teníamos ni móviles ni ordenadores ni Internet y podías considerarte afortunado si alguno de tus amigos tenía una consola buena como una Mega Drive o una Super Nintendo, aunque también te conformabas con una Nintendo o una Game Boy (la Game Gear también molaba por ser en color pero era un monstrenco y no le duraban mucho las pilas)

Así pues, la única solución electrónica al alcance de todos para pasar el rato era la televisión. A diferencia de hoy esa televisión molaba, te ponían dibujos animados antes de ir al colegio (una pena que apareciera Leticia Sabater) y justo después del colegio y justo cuando terminaban empezaban los concursos así que era un gran momento para largarte a socializar.

Aunque lo mejor con diferencia eran aquellos fines de semana en los que tenías que irte para el pueblo. Allí no había más que viejunos hasta que te dabas cuenta de las posibilidades de entretenimiento que ofrecía la televisión (y la piscina si tenías la suerte de tener una) Justo antes de comer (o cuando el agua estaba muy fría para meterse) podías ver espectáculos tales como el Pressing Catch (WWF y posteriormente WWE) con estrellas tales como Hulk Hogan, el Último Guerrero, Terremoto Earthquake, Macho Man Randy Savage, Bret Hart, El Enterrador que hacían nuestras delicias y la verdad sus llaves ante los ojos de un niño colaban (recordemos que en esa época la WWF estaba orientada a los niños), lo malo de esa época es que ya no recuerdo de los comentarios geniales y el repertorio de refranero de Héctor del Mar (aunque nuestra amiga la mula nos refresca la memoria).

Después estaba Humor Amarillo, un programa que te hacía bastante gracia por ver que a unos japoneses llevándose unos guarrazos. Este programa es como el buen vino, gana con los años. Ahora te das cuenta de lo grandes que eran esos guarrazos y de los chistes que soltaban los comentaristas que aumentan exponencialmente la gracia que tiene y que me han servido para calmar los nervios antes de algun examen especialente duro.

Y para el final lo mejor. Las películas de ese par de actores que se hacían llamar Bud Spencer y Terence Hill. El primero grande y con pintar de soltar unas hostiejas que te ponían del revés. Y lo mejor es que con los años no ha perdido el toque, como se puede comprobar



El segundo tenía más pinta de tio listo capaz de encasquetarle algunos marrones (sobre todo los de mayor tamaño) a su amigo, aunque también podía defenderse bien. Como no podía ser de otra manera la mayoría de sus películas eran más bien de curas dando misa, repartiendo hostias a todo malo que se les acercara. Desde luego no eran unos artistas marciales pero te hacían pasar unos ratos que ya quisieran Jackie Chan, Bruce Lee, Steven Seagal o cualquiera de esos.

Y hasta ahí la primera parte de todo esto. Dentro de poco tengo las lan partys así que seguramente las describa con todo lujo de detalle, que sé que os gusta.

1 comentario:

Ne00d1n dijo...

Ese Bud Spencer !!!
Que grande es Dios !!!!!
Te ha faltado publicar un video de "Le llamaban Trinidad" XDXD