martes, 5 de mayo de 2009

Capítulo 45: No estoy muerto... todavía

Como diría la gran Esme Ceravieja. Lo que sí es cierto es que los fantasmas de las actualizaciones amenazaban con rondarme y convertir mi día a día en un actualiza, actualiza, actualiza, actualiza, actualiza y así hasta el infinito+1.

Así que para que los fantasmicos me dejen tranquilo. Hay tantas cosas rondando por mi cabeza que la verdad no sé por dónde empezar. En estos casos lo mejor es empezar por el principio. Pero, ¿qué es el principio? La respuesta depende de a quién le preguntes.

Un tipo con sotana o hábitos seguramente te contará que había un Dios todopoderoso y que así por las buenas se sacó de la manga el cielo, las estrellas, y un planeta habitable donde puso a vivir a un hombre y a una mujer (y a unas cuantas criaturas más que por supuesto no evolucionaron) el caso es que el ser humano tiende a tocar los huevos y cuando le tocas a Dios sus divinos huevos pues... digamos que sale a relucir la letra pequeña donde pone que es un padre (o creador, o como quieras llamarlo) un poco vengativo y mamoncete (además que le gusta que vivamos temerosos de su ira)

Esta historia es un poco larga así que la resumiré un poco. Al tal Dios le gustaba que la gente le fuera fiel y para ello hizo cosas como sugerirle a la gente que le construyera barcos en medio del desierto, aguantar innumerables desgracias, imponer unas normas básicas de comportamiento... cosas de esas. Hasta qiue finalmente se decidió a tener un hijo e inventó un nuevo concepto, la inseminación divina (que tampoco se menciona en ningún lado) Ese hijo fue como los seres vivos: nació, creció, se reprodujo (aunque de esto tampoco mencionan nada) le tocó las narices al Sacro Imperio Romano y murió (en la cruz para más señas) y a grandes rasgos hasta ahí se sabe de Dios. Aunque ya se han encargado algunos de mantener viva su imagen para amoldar el comportamiento de la gente a sus necesidades.

Sin embargo un tipo que gaste bata de laboratorio te asegurará que la versión actual es que se produjo en algún lugar del Universo una gran mascletá (o Big Bang como lo llaman algunos) que así en fácil viene a ser que en un principio toda la materia del universo estaba concentrada en un punto. Entonces pasó lo que tenía que pasar, debido a la presión se produjo la gran mascletá, tan tan grande que hasta hubo materia y antimateria no os creáis. Alguna versión alternativa dicen que un átomo se soltó un cuesco y todos los demás huyeron despavoridos (normal, estaban muy apretados) A partir de ahí se formaron nebulosas, galaxias, planetas y eventualmente vida en algún que otro planeta. Así, sin mano divina de por medio. Lo de las criaturicas también es un proceso curioso, ya que sostienen que los bichines son muy apañaos y que cuando necesitan alguna nueva característica pues la terminan desarrollando, como si tuvieran un pequeño Igor interno que les fuera cosiendo los arreglos necesarios.

Creo que por ahora puedo seguir pensando en la próxima parte, espero que hayáis disfrutado con esta parida.

PD: Feliz año nuevo XD

1 comentario:

Mistheart dijo...

"La esencia del Cristianismo se nos contó en la historia del Jardín del Edén. La moraleaj es: todo el sufrimiento que tienes proviene de tu deseo de saber qué estaba pasando. Podrías estar allí todavía si hubieras callado la boca y no hubieras hecho ninguna pregunta"
'Y el señor dijo :"hazte el listo y te jodo vivo". ¿es o no es esta una religión anti-intelectual?"

Frank Zappa dixit.

Feliz actualización, tiu... y feliz año a ti tb ;)