lunes, 12 de marzo de 2007

Capítulo 13: Una épica batalla (según se mire)

Érase una vez dos ejércitos enemigos. Uno era el de los altos elfos, unos seres altruistas y que buscaban el bien del mundo y ese tipo de cosas. Como diría alguien son buena gente aunque a pesar de todo tenían un pequeño problemilla, ya que según las malas lenguas eran un poco raritos. Estos elfos vivían en la isla de Ulthuan, un lugar al que muy poca gente ha podido llegar. A pesar de su frágil aspecto y su espigada apariencia eran guerreros muy hábiles y algunos dominaban de manera sobresaliente los vientos de la magia.

En el otro lado estaban los elfos oscuros. Huídos de Ulthuan debido a unos problemillas de lucha por el poder que terminó con su actual líder (por aquel entonces aspirante a Rey Fénix, gobernante de Ulthuan) Malekith bastante quemado* al no pasar una prueba de pureza para ser coronado Rey Fénix. Esto provocó un enfado bastante grande en los seguidores de Malekith que se exiliaron en la lejana tierra de Naggaroth. Allí se establecieron y conspiraron sin parar planes que le dieran a Malekith lo que una vez consideró como suyo.
Al igual que los altos elfos los guerreros elfos oscuros son muy diestros en el manejo de las armas, aunque parecen disfrutar más causando sufrimiento a sus adversarios. Sus hechiceros también son muy útiles manejando la magia aunque también usarla para producir sufrimiento a aquellos lo suficientemente desafortunados como para sentir sus efectos. En pocas palabras son unos cabroncetes a los que le va el sado. XD

Pasaron los años y Malekith urdió uno de sus maléficos planes, sólo tenía un problema. El grueso de su ejército estaba en Lustria peleándo con los Hombres Lagarto y cazadores de tesoros variados para descubrir y reclamar los poderosísimos artefactos que las leyendas situaban en ese lugar tan inhóspito.

El plan de Malekith era liderar una pequeña fuerza de ataque a Ulthuan que se infiltrara por un lugar sin apenas vigilancia para establecer alguna base de operaciones allí y esperar refuerzos para preparar y completar la conquista de la isla. Por desgracia para él los altos elfos ya habían fortalecido las patrullas en esa zona y el aviso de que una invasión de sus primos oscuros se acercaba hizo que una fuerza se movilizara rápidamente hacia la zona.
Más tarde llegó el rumor de que Malekith en persona dirigía esa incursión. Este rumor no tardó en llegar a los oídos de Tyrion, posiblemente el guerrero más legendario desde Aenarion, primer Rey Fénix. Teclis, hermano de Tyrion y uno de los magos más poderosos del mundo estaba igualmente preocupado por la más que posible presencia de Malekith. Por ello los dos hermanos decidieron partir al encuentro de los invasores. Pensaron que la presencia de dragones y otras bestias era una posibilidad muy a tener en cuenta y por tanto mandaron avisar a Imrik, que no conocía monstruo alguno que se resistiera a su voluntad.

La noche se echó encima y al amanecer ambos ejércitos estaban preparados para la batalla. Los elfos oscuros parecían pensar más en la carnicería que iban a montar que en asegurarse en ir diezmando poco a poco al enemigo que se encontraba frente a ellos y su primera línea estaba compuesta por los mejores guerreros, mientras que sus terribles ballesteros y los lanzavirotes, máquinas terribles que podían atravesar varios cuerpos de un sólo disparo se quedaron atrás sin apenas visibilidad, al igual que los magos. Sin embargo la táctica de los altos elfos era bien distinta, prefería que sus arqueros, magos y lanzavirotes fueran mermando las filas enemigas y luego dar el golpe de gracia con sus guerreros.

La batalla se fue definiendo según las tácticas anteriores y para cuando los elfos oscuros quisieron llegar al combate cuerpo a cuerpo se encontraron con que eran pocos y estaban muy desmotivados para enfrentarse al enemigo. Aún así no habían perdido la esperanza hasta que ocurrió aquello.

Malekith, harto de ver que sus tropas no conseguían acabar con el enemigo (a lo cual había que sumar la poca habilidad de los magos a la hora de dirigir sus hechizos.) pensó que la mejor forma de acabar con el odiado enemigo era hacerlo por sí mismo, y cometió la mayor estupidez recordada en mucho tiempo. Cargó con su dragón contra Imrik prácticamente en el centro de las filas enemigas. El combate le hubiera ido bien de no ser porque su poderosa armadura era totalmente inútil contra armas mágicas como la que el mismo Imrik empuñaba, a esto hay que sumarle el hecho de que Imrik estaba totalmente acompañado de poderosas unidades que en muy poco tiempo cargarían sin dudar contra Malekith. El combate fue muy igualado con dos poderosísimos luchadores intercambiando golpes y sus enormes dragones mordiéndose y golpeándose con una saña y rabia nunca antes vista. La suerte acompañó a Imrik que logró impactar varias veces con una enorme fuerza a Malekith dejándole tocado para que el resto de unidades a la carga le ayudaran a culminar el combate.

La derrota de Malekith provocó su huída (bicho malo nunca muere XD) y la de la mayor parte de su ejército que terminó abandonando el campo de batalla para ser posiblemente perseguidos y exterminados. Aunque posiblemente prefirieran eso a ser cogidos y torturados por Malekith en persona.

Bueno después de leer esto, muchos llegaréis a la conclusión de quién manejaba a los altos elfos y quién a los elfos oscuros XD. Opciones posibles mi hermano y mi primo XD. Pero bueno lo que tuvo delito que teniendo a los asesinos que son máquinas de matar no los utilizara porque las unidades que los escondían no llegaran al cuerpo a cuerpo... y creo que ni intentó que llegaran. Y taparse la línea de visión con guerreros y más guerreros también tuvo lo suyo, sin mencionar que las águilas gigantes de los altos elfos tapaban bastante bien a las unidades que esaban detrás de ellas. Creo que no me dejo nada por escribir y si me dejo algo ya lo diré XD. Hasta el próximo post ^^.

*literalmente

1 comentario:

Mistheart dijo...

Lo de 'la mayor estupidez recordada' da una pista bastante sutil. Lo de planificar la estrategia siempre ha sido cosa buena ante una batalla. Recomendación: regalale a tu hermano 'El Arte de la Guerra' en CD. Segun nos cuentas cosas de él menos creo que sepa leer.