Bueno, tras el parón por exámenes por fin vuelvo a retomar el blog.
Y cómo no siempre veo cosas sobre la gente que me hace pensar sobre el nivel de absurdicia del mundo en el que vivo.
Parece que el único que ha aportado un poco de sentido común ha sido el jefe de vestíbulo del apeadero cuando le he pedido que me cambie el billete (5 viajes y ya jodido, mola) A partir de ahí ya me fui a la Universidad para preparar un par de exámenes que tenía que hacer ese mismo día.
Para empezar y justo cuando bajo las escaleras un rumano me pregunta qué andén hay que coger para ir a Atocha. Le respondí sin ningún problema, aunque la verdad con batantes carteles indicando por donde se va a Atocha tal vez mirando se hubiera podido enterar.
A partir de ahí ya preparé el examen de Ingeniería de Rehabilitación. Aparte del examen escrito había que hacer una conversación en lengua de signos así que estuve practicando un poco con mi compañero. Subimos en un momento al examen y según estábamos haciendo la parte escrita nos dice la profesora que Zato (profesor de la parte de lengua de signos y ya de paso director de la Escuela) no podría estar para hacer su examen, así que la conversación quedó sustituida por 3 preguntas más o menos sencilla. La gracia estuvo en que al salir del examen y bajar para asociaciones me encontré con nuestro querido director atravesando el pasillo junto con otra persona... Parece que tendría cosas más interesantes e importantes que hacer exámenes de lengua de signos a sus alumnos.
Después de eso, a la cafetería con el tiempo justo para comer algo y empezar a hacer la digestión para empezar a hacer la digestión antes del examen de Álgebra, mi maldita espina clavada. La verdad que había unas cuantas razones por las que iba muy encabronado al examen. La primera es por el mero hecho de ser una de las asignaturas de primer año que me queda. La segunda es que el día anterior había venido mi tío con sus dos pequeñas criaturas que aparte de casi cargarse la PS2 (la arreglé de milagro) y estar todo el día correteando casa para arriba y casa para abajo metiendo más y más alboroto. Lo extraño es que por algún motivo yo tenía que estar con ellos... y con la gata. Sí, tengo una gata, y creo que hablaré de ella en profundidad en algún post futuro. El caso es que con el alboroto de los niños la gata estaba más y más nerviosa y eso se traducía en mordiscos con una cantidad variable de ensañamiento en mis manos. Todo eso me estaba poniendo de mala ostia y claro, no iba a gritarles a mis primos de 5 y 2 años (no creo que ni siquiera pudiera explicarles que tengo dos exámenes y que necesito estudiar si no entienden el concepto de examen ni el de estudiar)
Dejando historias familiares aparte. Lo que me dio la puntilla fueron los auriculares. Para no variar, llevo el cable colgando por fuera de la mochila y al final pasó lo que tenía que pasar. El cable se enganchó con el pico de una mesa y digamos que por un lado quedaron los auriculares y por el otro el cable con el jack.
El examen de álgebra puedo definirlo en dos palabras. Aleatoriamente feliz. Sé que puedo tener posibilidades de aprobar y todo. Y eso para ser álgebra viene a ser mucho para mí.
Al rato de estar con la gente que se iba para el siguiente examen me fui para casa. Me dolió un poco el no poder escuchar música por el camino, pero es lo que tiene. Nada más salir de la estación en un semáforo pude comprobar la afición que tiene la gente de quejarse porque sí. Había un grupo de gitanas que se disponían a cruzar y casi se comen a uno por pararse en mitad del paso de cebra cuando el semáforo estaba en rojo. En circunstancias normales tendrían toda la razón del mundo. Pero vamos cuando el coche en cuestión va detrás de un autobús es prácticamente ver el semáforo o lo que tengas delante del autobús. En serio, no se puede. Creo que si la gente pensara un poco se ahorrarían muchas broncas.
En esos momentos estaba pensando en los que serían mis próximos auriculares, así que fuia ver qué tenían. Finalmente compré unos Panasonic RP-HG50. Me apetecía probar unos auriculares con fijación a la nuca, por probar más que nada. De momento creo que tendré que terminar acostumbrándome a ellos.
Y tras esto a descansar. Dentro de poco comenzará un cuatrimestre lleno de prácticas que espero quitarme de encima.
Y espero postear más a menudo ahora que estamos en época tranquila.
PD: Ya he cumplido Mistheart.