Sinceramente cada día estoy más hasta los huevos de los políticos que nos han tocado y que en teoría "defienden" nuestros intereses.
Como bien dijo mi profesor de historia en el colegio, da igual el que salga... todos van a ir a satisfacer a sus amigos. Además, los políticos no tienen tanto poder, los que de verdad mandan son los que tienen dinero.
Un día como hoy, 24 de enero, se aprobó la tan conocida y comentada Ley Sinde. El caso es que se crea una comisión dependiente del ministerio de Cultura que en teoría será la que "arbitre" cuando se den casos de descarga de contenidos "ilegales". En teoría la cosa funciona así, si se denuncia, se convoca en un plazo improrrogable de 48 horas a demandante y demandado ante un juez para prestar declaración y que el juez en otro máximo de 48 horas emita un auto.
Esto tiene bastante gracia, para empezar se pretende que sea un grupo de funcionarios (básicamente, tendrán que cumplir lo que les llegue de arriba) los que nos lleven a los juzgados y que como mucho en 4 días, todo se solucione. Es interesante lo del auto, no soy ningún experto jurista, pero en este caso se trataría de un auto definitivo, lo que significaría que el juicio acabaría y que el juez tomaría las medidas adecuadas, con pocas opciones a un posible recurso. Me gustaría ver si la justicia es capaz de asumir un volumen de juicios rápidos, ya que según los principales interesados de que esto saliera adelante somos más de 40 millones de delicuentes potenciales.
Aunque lo de verdad tiene chicha por lo que he podido leer es esto, sobre si la sección está directamente relacionada con la comisión.
"La sección podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información que vulnere derechos de propiedad intelectual o para retirar los contenidos que vulneren los citados derechos siempre que el prestador, directa o indirectamente, actúe con ánimo de lucro o haya causado o sea susceptible de causar un daño patrimonial."
Creo que aquí se habla de "desconectar" directamente cualquier cosa que vulnere esos derechos de la propiedad intelectual. Se habla de la sección, así que me imagino que la responsable será la comisión administrativa de Cultura. También hay dos cosas divertidas que a mi parecer se saltan a la torera la presunción de inocencia: El ánimo de lucro indirecto. Parece que ese bonito concepto se lo han sacado de la manga estos señores y por lo tanto tiene la capacidad de adaptarse mágicamente a los intereses que pretenden defender. El ánimo de lucro está claro, si hago algo y saco dinero de ello lo hago con ánimo de lucro. Pero en el caso del indirecto la cosa la veo tan amplia como borrosa. Por ejemplo, si yo enlazara o simplemente enviara a alguien a una página que se lucra podría actuar con ánimo de lucro indirecto, es posible que mucha gente hiciera eso involuntariamente, por lo que se crea una grandísima cantidad de delincuentes.
Y lo de causar o ser susceptible de causar daños patrimoniales tiene tela. Para empezar eso de ser susceptible apesta a presunción de culpabilidad a kilómetros. Imaginemos que un carpintero rompe su martillo y va a la ferretería a comprarse otro. Le pide un martillo al amable ferretero y cuando va a marcharse un policía cuya amabilidad es inversamente proporcional a su mala hostia y al número de armas que lleva te planta una pistola en la nuca y te dice que no te puedes llevar ese martillo, porque el buen carpintero puede usarlo para matar a martillazos a su mujer.
Otro punto es el daño patrimonial. Teóricamente es la pérdida de utilidad de algo que se puede subsanar con dinero. En pocas palabras, paga lo que rompas. Lo que no tengo muy claro es cómo puede tener utilidad un disco, o una película, esto podría llevarnos a que la única utilidad que tienen es ser vendidos.
Aunque el problema de fondo no es algo tan trivial como descargarse cosas. La auténtica causa de todo este problema a mi parecer es la nula capacidad de las industrias discográficas y cinematográficas para adaptarse al cambio y al nuevo modelo de negocio que ha supuesto Internet. Y eso por no hablar de la nueva mentalidad consumista.
El caso es que Internet es una enormísima red a la que se conectan miles de millones de equipos en todo el mundo. Podían haberse fijado en el grandísimo potencial distribuidor de Internet, pero no lo hicieron. Además, hoy en día grabar algo en un soporte óptico apenas cuesta trabajo, en 15 minutos puedes copiar un DVD, y además la tecnología permite copiar varios DVDs simultáneamente, y eso por no hablar de que es más barato, ofrece más calidad y seguramente resiste mejor el paso del tiempo que las viejas cintas. Además, también se puede pasar a un disco duro por lo que el desgaste por el uso es nulo. ¿Qué uso han hecho de ello? Yo creo que poco.
El grandísimo fallo que se ha cometido ha sido el de querer adaptar las nuevas tecnologías al viejo negocio y no adaptar el viejo negocio a las nuevas tecnologías. Bien usado esto podría haber supuesto un mercado alternativo de distribución a muy bajo coste, pero han preferido añadir tecnologías inútiles e ineficientes que hacen de lo descargado de Internet un producto más caro y más restrictivo.
Luego también está el problema de los cines. La cuestión aquí es ¿qué puede ofrecerme un cine que no pueda ofrecerme el screener que sale al día siguiente? Mayormente el cine ofrece mucha mejor calidad y una instalación de sonido que muy poca gente podría montar en casa. Otra cosa es que la gente lo único que quiera es ver la película, les da igual cómo. Entonces hay que pensar ¿qué más puede ofrecer el cine? Muy sencillo, la experiencia de. Veamos, sale un taquillazo y pones que por ejemplo el actor de moda esté allí para contar anécdotas sobre el rodaje y firmar autógrafos. La gente que vaya allí podrá tener una experiencia que muy poca gente más tendría. Eso es algo que pocos screeners podrían ofrecerte. Vale que podrían grabarlo pero no sería lo mismo que la experiencia de estar allí.
Otra cosa que tampoco se aprovecha es la agilidad de distribución de hoy en día. Pongamos que a las pocas semanas de que salga una película en cine (cuando se estima que haya recaudado X millones) sale en plataformas de pago y pocas semanas después en DVD y Blu-Ray. Y un mes después de eso ya se emite en televisión. Hoy en día las cosas funcionan mucho más deprisa y la gente no va a querer esperar mucho. Cambiando un poco de tercio y pensando en las series, a mí lo que más me mortifica es que haya que esperar más de un año para que una serie se importe, y otra de las cosas que me mata es que a veces (y solo a veces) el doblaje da pena, y que conste que con las series (otra cosa es en formato de animación) tenemos unos actores de doblaje bastante buenos.
A lo que iba, se podía haber aprovechado esta ocasión para empezar desde 0 y regular un mercado de descarga legales, con condiciones reales, por ejemplo "préstamo" de archivos. Y por supuesto todo esto a precios razonables y ajustados, que preferiblemente fueran bajando cuando se hayan logrado ciertas cifras de beneficios. Pero no, se ha preferido contentan a los cuatro llorones que tienen la vida muchísimo más que resuelta y que por capricho (o por fines más oscuros) están viviendo en Miami (y a sus jefazos).
Parece que esta gente se olvida de la vida que a los ojos de los demás es totalmente privilegiada y se olvidan de que la mayoría de sus seguidores es gente normal, que en muchos casos (y más ahora) tienen dificultades bastante serias para llegar a fin de mes. Parece que eso no les importa, no quieren que les oiga mucha gente, quieren que mucha gente COMPRE sus discos aunque estos sean caros de cojones.
Algunos se atreven a comparar sus trabajos de interpretación con otros trabajos como el de pintor o el de agricultor. No es lo mismo ni de cerca. Para empezar no existe ese botón mágico que te pinte toda una habitación con mucha o muy poca pintura o colores mezclados (diferencia de calidad), está claro que cualquier persona puede pintar su propia casa, pero no lo hará ni con la rapidez, ni la eficiencia de un pintor profesional. Lo que no he visto es a ningún pintor llorando porque la gente decide pintar sus propias casas, ni ninguna ley que prohiba vender brochas porque podrían usarse para pintar. Obviamente tampoco hay botones mágicos que permitan generar comida (aunque eso sería cojonudo para acabar con el hambre en el mundo), aunque ésta no sepa a nada. Aparte, un tomate cuando te lo comes desaparece, no puedes regenerar el tomate, aunque está claro que eso no puede pasar con una película (aunque les gustaría), ya que son de naturaleza totalmente distinta.
Yo lo que tengo claro es que a un autor le pagan por hacer una película, y según su actuación y los resultados de la película cobrará más o menos en siguientes películas. Y no cobran miles, los que se quejan pueden cobrar millones. Su trabajo es actuar y le pagan por ello, igual que el de un pintor es pintar o el de un agricultor cultivar. Se les paga una vez por su trabajo (o por los prodcutos de su trabajo) y ya está. Y eso por no hablar de anuncios y derechos de imagen, que me imagino que el actor se llevará un pico, mientras que el pintor y el agricultor dudo que vean un euro por eso en su vida.
Finalmente, creo que el actual gobierno está viendo que a este paso no sale elegido el 2012 ni de casualidad y está aprovechando para tomar todas las medidas impopulares (y realmente mal hechas y pensadas) que no podían tomar cuando sabían que podrían ser reelegidos.
lunes, 24 de enero de 2011
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